TEORÍA DE FERNÁNDEZ

¿Cómo podemos saber la nota que vamos a sacar en un examen? La Teoría de Fernández nos ayuda a predecir la nota que vamos a obtener mediante el estudio de determinadas hipótesis.
Pasamos mucho tiempo estudiando pero, ¿nos hemos parado a pensar en cómo se debe hacer correctamente? Todavía hay alumnos que piensan que estudiar es ponerse delante del libro, cuantas más horas, mejor. Nada más lejos de la realidad. Aprender es un proceso complicado por lo tanto debemos estudiar la manera de realizarlo con eficacia.
Antes de ver la Teoría de Fernández vamos a analizar dos ejemplos:
Imagina un alumno que tiene buena capacidad para aprender pero que en clase se distrae, no realiza sus tareas, no estudia y no prepara los exámenes.
Ahora imagina que hay un alumno es su clase que tiene la misma capacidad para aprender y que además aprovecha el tiempo en clase atendiendo y participando, realiza sus deberes y estudia para sus exámenes.
¿Serías capaz de predecir la nota aproximada de cada uno?
Con éstos sencillos ejemplos somos capaces de deducir de una forma lógica los siguientes razonamientos:

·         Al aumentar el esfuerzo  en el estudio, aumenta la nota que se obtiene.

·         Si no se realiza esfuerzo en el estudio es muy difícil que se obtenga éxito en la calificación.

Los resultados de una extensa investigación dirigida por el profesor Marcos Fernández Moreno, relacionada con los hábitos de estudio de los alumnos de secundaria concluyen que se verifica la siguiente  teoría:

“El rendimiento académico es directamente proporcional al esfuerzo dedicado al estudio”

O lo que es lo mismo:

N=k.E
Siendo:
N: Nota en un determinado examen.
E: Esfuerzo dedicado
k: Constante personal, característica de cada alumno.
Pasamos a explicar las distintas variables:
La nota N es la calificación obtenida en un examen o evaluación, generalmente viene dada por su graduación numérica, del 1 al 10, o por su apreciación textual, como puede ser: suficiente, notable,etc.
Cuando hablamos del Esfuerzo dedicado E, nos referimos a una variable difícil de medir. No existen instrumentos físicos que nos indiquen el grado de esfuerzo con el que un alumno llega a un examen, por lo tanto vamos a estimar el esfuerzo mediante el grado de aplicación de las diferentes fases de cualquier técnica de estudio.
Partimos de las fases de cualquier técnica de estudio básica para realizar la demostración:

Los resultados del estudio demuestran que si se lleva éste método a cabo,

“Todos los estudiantes que realizan correctamente las fases de estudio consiguen, al menos, el aprobado”
Para finalizar nos queda definir la constante personal k. Podemos afirmar que cada uno tenemos un ritmo de aprendizaje, unas capacidades determinadas, etc, es decir, unas cualidades innatas que nos ayudan a estudiar mejor o peor. Según ésta teoría, la nota será proporcional al esfuerzo que dediquemos y a las capacidades que tengamos. En este punto, es importante resaltar que esta capacidad personal para estudiar se puede modificar. De la misma manera que mediante el entrenamiento deportivo se pueden superar determinadas marcas, siempre dentro de unos límites, mediante el “entrenamiento mental” se irán consiguiendo cada vez mejores notas. Este efecto se produce también al contrario, por lo tanto si se abandonan las técnicas de estudio, se influirá negativamente sobre la capacidad de aprender, se irá perdiendo forma.

Analizando el comportamiento de tres alumnos de tres alumnos con capacidades distintas, determinado por el grado de inclinación de cada una de las rectas, podemos afirmar que a medida que avanzan en la aplicación de las fases del estudio, obtienen más nota.